miércoles, 18 de noviembre de 2009

El día en que perdió el boxeo


Hay demasiada gente que no considera al boxeo como un deporte, sino como una actividad violenta en la cual dos personas están pegándose mutuamente con el único fin de dañar a su oponente de turno.
La noche del 24 de marzo de 1962 se puede tomar como un claro ejemplo de los motivos que tienen esas mentes para argumentar sus ideales. Lo que debía ser una gala espectacular del pugilismo en el estadio Madison Square Garden de Nueva York, Estados Unidos, terminó siendo una tragedia diez días después en el hospital Roosevelt.
Dos de los máximos protagonistas de la categoría welter se enfrentaban por tercera vez. El título mundial estaba en juego, pero en esta ocasión, a diferencia de los anteriores combates, esa pelea tenia un condimento extra. En el día previo a la velada, cuando se pesaron el defensor de la corona, el cubano Benny “Kid” Paret, y el ex monarca de la división, el norteamericano Emile Griffith, se produjo un agravio verbal por parte del isleño hacia su rival, al asegurar que su contrincante era un “maricón”, declaración que enfureció al retador, que muchos años después asumió su homosexualidad.
El público había colmado el recinto para alentar a su compatriota, Paret era netamente visitante y en los primeros asaltos debió aguantar un duro castigo por parte del rabioso Griffith. Sin embargo, el alivio para el cubano llegó en la sexta vuelta, cuando conectó en el rostro del estadounidense un contundente golpe que tuvo destino de lona para su receptor.
En el round 12 ocurrió la desdicha. Paret, en pleno forcejeo, se fue contra las cuerdas del cuadrilátero con la mala suerte que uno de sus brazos se enredó con las sogas, Griffith, agazapado, se fue contra él y empezó a golpear ininterrumpidamente en la cabeza del campeón. Nadie fue capaz de parar el combate, que ya había dejado de serlo para transformarse en una salvaje paliza. Desde la esquina del derrotado nunca tiraron la toalla, el enajenado vencedor nunca tuvo piedad de su contrincante y Ruby Goldstein, el árbitro de la contienda, atinó a separar a ambos boxeadores demasiado tarde, ya que estaba perplejo mirando el brutal hecho.
Paret nunca más recuperó el conocimiento y en una camilla se lo llevaron hacia el nosocomio donde le realizaron cirugías en el cráneo para sacarle los coágulos de sangre que se habían formado en la cabeza, pero finalmente el 3 de abril su cuerpo dejó de luchar, y además de perder su título mundial perdió su vida. Griffith, tiempo más tarde, aduciría que en el frenesí del pleito no se dio cuenta de sus actos.

La noche de Bonavena


Esa noche las calles estuvieron vacías, la mayoría de las personas estaban prendidas al televisor o a la radio, 79.3 fue el pico de rating que marcó la pantalla de canal 13. Nadie se lo quería perder. Un hombre, que nunca pasó inadvertido en ningún lugar, y al cual la gente lo amaba o lo detestaba otra vez estaba en boca de todos.
Casi 39 años atrás, la noche del 7 de diciembre de 1970 pasaría a la historia del pugilismo nacional, debido a que el gran Muhammad Alí se iba a enfrentar contra el único rival que lo venció fuera de un ring, aunque dentro del cuadrilátero la victoria estuvo de su lado.
El rival de Alí fue Oscar “Ringo” Bonavena, del cual el norteamericano sólo sabía que había peleado dos veces ante Joe Frazier, el campeón del mundo en esa época, motivo por el que respetaba al argentino, pero el respeto iba a durar nada más hasta el momento del pesaje de ambos boxeadores.
“¡Gallina”!,”¡Cagón!”, fueron las palabras elegidas por Bonavena para referirse a Alí, nombre por el que el púgil nacional nunca llamó a su rival, sino que se dirigía a él por su antigua denominación: Cassius Clay, ya que este se lo había cambiado por sus creencias musulmanas.
Alí, muy molesto y sorprendido, ante los agravios de su rival reaccionó diciendo que lo iba a noquear en el noveno round, pero si algo había quedado en claro después del pesaje era que a la hora de hablar Bonavena fue el protagonista del show.
Los asaltos fueron transcurriendo uno tras otro, en el mítico estadio Madison Square Garden de Nueva York, y en la novena vuelta el vaticinio del norteamericano no solamente no se cumplió sino que el que terminó en la lona fue él mismo al resbalarse. Las tarjetas eran favorables a Alí, razón por la que en la esquina de “Ringo” ocurrieron entredichos entre los asistentes de toda la vida de Bonavena, los hermanos Juan y Bautista Rago, y el entrenador Gyl Clancy, que había sido contratado exclusivamente para esa pelea, ya que los primeros le pedían que aguantara a finalizar la contienda porque para ellos el oriundo de Parque de los Patricios estaba realizando un papel muy bueno y digno sobre el ring, en cambio su otro instructor le sostenía que saliera a matar o morir.En los últimos tres minutos, Bonavena decidió salir a terminar con su oponente, pero sus fuerzas eran escasas y sus piernas no le respondían, Alí nada más debía aguantar que el tiempo pasara, pero finalmente el porteño cayó. Sin embargo siguió adelante hasta ser derribado por tercera vez y dar por finalizada su ilusión.

martes, 17 de noviembre de 2009

El boxeo nacional con menos seguidores que antes

El boxeo argentino históricamente tuvo un gran número de seguidores que concurrían masivamente al Luna Park para presenciar las peleas más trascendentales, que tenían lugar en ese importante estadio.
En la actualidad, el interés de la población por este deporte se fue perdiendo y hoy no son muchas las personas que miran y se entretienen con el boxeo nacional, algo que se ve reflejado en la poca cantidad de gente que asiste a la mayoría de las veladas boxísticas, pese a los intentos de algunos promotores, gobernadores e intendentes y de la televisación para fomentar la divulgación de esta práctica.
El auge del boxeo en nuestro país estuvo ligado al ya fallecido Juan Carlos “Tito” Lectoure, reconocido empresario y manager de peleas. El “Luna” disfrutó el surgimiento y el apogeo de grandes figuras como Horacio Accavallo, Nicolino Locche, Carlos Monzón, Víctor Galíndez y de tantos otros que no tuvieron la posibilidad de conseguir un título mundial. Antes de su cierre, en 1987, el “Luna” era la cita obligada para los aficionados del boxeo que concurrían a Corrientes y Bouchard todos los miércoles y los sábados por la noche para disfrutar de las contiendas.
Marcelo Paz, puestero de libros en la plaza Bernardo Houssay y antiguo seguidor de este deporte, opina que el boxeo no es lo que era antes dado que los actuales pugilistas argentinos no están al nivel de los anteriores, ni tienen la misma preparación física.
-¿Quién fue el mejor boxeador nacional de todos los tiempos?
- Carlos Monzón porque sabía moverse dentro del ring y además tenía una pegada terrible cuando impactaba en el rostro de sus rivales.
-¿Qué opinión tiene acerca de que Omar Narváez haya superado las 14 defensas de Monzón?
- Creo que no se pueden comparar ni en la categoría, ya que Monzón boxeó en mediano (70 kilos) y Narváez lo hace en mosca (50 kilos), ni en la jerarquía de los rivales porque el sureño no tuvo destacados oponentes mientras que el santafecino enfrentó a grandes leyendas como Jean Claude Bouttier, Nino Benvenutti, Emile Griffith y José “Mantequilla” Nápoles.
-¿Por qué muchas personas perdieron el fanatismo por el boxeo?
- Creo que por la calidad de los pugilistas, los boxeadores de ahora son muy inferiores a los de antes y también el cierre del Luna Park, lugar emblemático para presenciar las grandes peleas, contribuyó a que la gente no consuma boxeo. Por suerte ahora hay algunas veladas importantes que se realizan allí aunque no con la frecuencia de antes.
Este 2009 para el boxeo nacional fue positivo pese a no tener la misma concurrencia de espectadores de décadas anteriores; sin embargo se destacaron boxeadores que hoy son campeones mundiales, como por ejemplo Marcos Maidana, Juan Carlos Reveco, Jésica Bopp y Mónica Acosta. Las personas ligadas a este deporte (entrenadores, promotores, managers y empresarios) deberán seguir trabajando para que surjan nuevos talentos populares que posean el carisma de los grandes pugilistas que supo tener nuestro país.

Maidana ya tiene rival y busca ser el rey de los superligeros de la AMB


De no mediar imprevistos, Marcos Maidana se medirá frente a un regular aspirante que buscará arrebatarle el titulo mundial interino superligero de la AMB. Y ese papel de retador lo asumirá el panameño William González, que está situado en la decimocuarta posición del organismo con un pobre récord en su carrera de 22 triunfos, 5 derrotas y 1 empate, y la pelea quedó confirmada para el viernes 27 de noviembre en el Club Libertad de Sunchales, según confirmaron hoy las autoridades del organismo que preside el venezolano Gilberto Mendoza.
Por lo pronto, el jueves se ofrecerán los detalles de la pelea en la sede porteña de ATILRA, la Asociación de Trabajadores de la Industria Lechera en la República Argentina. El noqueador de Santa Fe se dará así el gusto de presentarse en su provincia natal con el cinturón que obtuvo brillantemente el 27 de junio cuando venció por nocaut técnico en el sexto round al estadounidense Víctor Ortiz, una de las promesas del boxeo norteamericano y protegido del ex campeón y promotor de “Golden Boy Promotion” Oscar De La Hoya, en el estadio Staples Center de Los Ángeles.
El oriundo de Margarita defenderá la corona frente a muchos santafesinos que lo apoyarán masivamente en esta pelea tan importante para él. De acuerdo con lo resuelto por la AMB en que 90 días después de esta exposición, el “Chino”, en caso de imponerse, tendrá la posibilidad de unificar su corona con la del rey regular de la división, el británico Amir Kahn, quien ostenta un récord de 21 victorias, 15 por KO, y una sola derrota.
Maidana quiere la totalidad del título superligero AMB y por eso se viene entrenando fuertemente y sin pérdida de tiempo en Villa Allende, la ciudad cordobesa en la que ATILRA posee un gran complejo con todas la comodidades para boxeadores de la estirpe suya. Junto al argentino trabaja su entrenador Miguel Díaz, pensando en el primer objetivo de celebrar ante su público y buscar tres meses después el premio mayor.
Maidana, con tan solo 26 años, es dueño de un impresionante récord que incluye 26 triunfos (25 de ellos antes del límite) y un solo revés. Ese tropezón ocurrió el 7 de febrero de este año, cuando perdió su primer choque mundialista y su invicto ante el ucraniano Andreas Kotelnik (en aquel entonces, dueño del cetro que hoy ostenta Kahn) en Alemania, en un fallo dividido y polémico en el que uno de los jueces lo vio ganador al argentino.

Triunfo de Oliveras


La ex campeona mundial supergallo del Consejo Munidial de Boxeo (CMB) Alejandra “Locomotora” Oliveras (55,500 kilos) venció este último viernes por puntos, en fallo únanime, a la puntana Natalia Burga (56,500 kilos), en una pelea pactada a diez rounds y llevada a cabo en San Francisco (Córdoba).
En la velada, en la que además se homenajeó al ex púgil cordobés Juan Domingo “Martillo” Roldán, Oliveras retuvo el título pluma Fedelatin AMB. Las tarjetas dieron ganadora a la jujeña por un doble 97 a 96,5, y la restante por 98,8 a 95, en una contienda pareja.

Bopp ganó y retuvo el título mundial


La boxeadora bonaerense Yésica “Tuti” Bopp le ganó por puntos en fallo unanime, este último viernes en el estadio Polideportivo Delmi, de Salta, a la mexicana Ana Arrazola, y logró retener el título de la división minimosca de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB), además de conquistar la corona vacante de la Organización Mundial de Boxeo (OMB).
Bopp (48,400 kilos) dominó ampliamente los diez asaltos de la pelea, con una gran movilidad y destreza sobre el ring, atacando a la norteamericana (48,950 kilos), que nunca pudo contrarrestar los ganchos ni el cross de la mano izquierda de la pugilista nacional.
Hugo De León, Aníbal Andrade y Uriel Aguilera, los tres jueces del pleito, coincidieron con sus puntajes y le otorgaron un rotundo 100 a 90 a favor de la argentina. Con esta victoria la oriunda de Wilde elevó su récord como profesional a 11 combates, todos ganados y de los cuales cuatro fueron por nocauts.

miércoles, 11 de noviembre de 2009

Saldivia venció por nocaut técnico al mexicano Rodríguez y dio un paso importante para el futuro


El sureño Héctor David “El Tigre” Saldivia, que ostentaba un récord de 30 victorias y 1 derrota, con 23 KO, conservó la corona Fedelatin welter AMB y su posición de privilegio en el organismo en el que se encuentra ubicado en el quinto lugar, al vencer por nocaut técnico, en el séptimo round, al mexicano Luís Alberto “El Charal” Rodríguez Tamayo, quien venía con un registro de 26 victorias, 3 derrotas y 1 pelea empatada, con 17 KO, en la pelea central del show que se celebró en el estadio del club Ingeniero Huergo de la ciudad de Comodoro Rivadavia, en la provincia de Chubut, ante unas 2.300 personas que colmaron el estadio.
La sorpresa estuvo dada en el primer asalto cuando el mexicano chocó su cabeza con el pómulo izquierdo de Saldivia, el cual se puso rojo y se llegó a pensar que había un pequeño corte en el lugar. Robinson Zamora, técnico del chubutense, trabajó rápido en el rincón del pero la preocupación para el argentino estaba planteada.
De análisis hubo muy poco ya que ambos pugilistas salieron a prenderse en la corta distancia. Fue un cara a cara que anticipaba una definición categórica para cualquiera de los dos. El boxeador nacional hacía la diferencia en los primeros minutos gracias a su velocidad y a la precisión de sus golpes al rostro de su contrincante.
En el tercer round, el mexicano se salvó de milagro de un temprano nocaut porque en una de esas combinaciones, el argentino impactó un uppercut de derecha a la zona hepática que atravesó la defensa de Rodríguez y tal fue la confusión, que vino el conteo por parte del árbitro Angel Zabala. Cuando le dio el pase a seguir el combate al mexicano, justo tocó la campana que el juez no alcanzó a escuchar por el griterío de la gente. Existieron varios segundos de pelea fuera de reglamento ya que Rodriguez demoraba para recuperarse de los mareos.
Cuando todos pensaban que la pelea no duraría demasiado, el oriundo de Monterrey mostraba una cierta recuperación en la cuarta vuelta, pero a partir del quinto asalto daba la impresión de que los guantes le pesaban cada vez más, bajando la guardia de manera llamativa, aunque con agallas para meter una mano salvadora de contragolpe al púgil nacional.
En el séptimo round llegó la definición para Saldivia, quien no dudó en ese momento en ir a buscar la pelea y, en uno de esos cruces muy cerca de las cuerdas, sacó una especie de cross corto de zurda muy potente que mandó para sentar al mexicano a que le otorguen la cuenta de protección. Guapo, Rodríguez, se levantó cortado en el arco superciliar izquierdo y siguió batallando pero enseguida una combinación de impactos del sureño a la cara del mexicano, en la que una derecha descendente, fue la ultima mano del argentino, ya que el arbitro Zabala decretó el nocaut técnico para el boxeador nacional y el final del combate para el azteca. La multitud fue toda algarabía, reconocimiento de afecto hacia Saldivia, el campeón argentino y Fedelatin welter. También, el peleador mexicano fue aplaudido y ovacionado por el público por su guapeza y su garra en la pelea, algo típico de la escuela mexicana de boxeo.Con su victoria, “El Tigre” mantiene ahora un registro de 32 peleas (31 ganadas, 1 derrota y ningún empate, de las cuales conserva 24 KO) y quedó con grandes chances de acceder en el futuro a una posibilidad mundialista en cualquiera de las principales entidades boxísticas (OMB,CMB,AMB y FIB). Por su parte, su rival sumo su cuarta derrota en 31 combates.